viernes, 28 de diciembre de 2007

Help!

Tengo un lío monumental. A riesgo de que esto parezca una consulta psicológica o algo por el estilo, no puedo evitar pediros consejo.
En mi casa tengo un problema... mi padre. Mi padre es un hombre de 69 años (le lleva 10 a mi madre), por lo tanto, jubilado, que lleva casado con mi madre unos 36 años. Es de los de antes, es decir, de los que en casa no mueve un dedo. Bueno, tampoco vamos a quitarle méritos... en verano cocina gazpacho y ensalada, en invierno puré de verduras, y generalmente va a hacer la compra. A eso se limitan sus actividades domésticas.
Desde hace tiempo mi padre y yo tenemos una guerra, nuestra guerra, es decir, que todos los días, absolutamente todos, tenemos bronca o malas contestaciones. No hay cosa que más me reviente que desde su posición, es decir, sentado en el sofá viendo la tele, me diga que no ayudo a mi madre, que me levante; exactamente la frase es "¿no querrá tu madre un poco de ayuda?". Yo procuro aguantarme las ganas de responderle con un "pues vete a ayudarla tú", pero es que me llevan los demonios. Por ejemplo, si alguien se levanta a recoger la mesa, él por sistema me dice "¡Levántante y ayuda!". Me repite que no hago nada en casa, que no ayudo... ¿pero qué narices hace él?. Ah, sí, perdona, que haces gazpacho con la thermomix... que lo puede hacer hasta mi sobrina de año y medio.
Siempre me pregunto si esta guerra también la han tenido mis hermanos (34 años mi hermana, 31 mi hermano), que ya están felizmente casados, porque yo no me acuerdo de que cuando estaban en casa tuvieran este problema.
El otro día por ejemplo, estábamos mi hermana, mi cuñada y yo tomando un café en el salón. Cuando terminamos estábamos de cháchara y mi hermana decidió levantarse a recogerlo. En ese momentó pasó mi padre por el salón, y yo me estaba colocando las zapatillas; pues bien... me soltó: "Por qué no te levantas TÚ a recoger", con un tono insoportable. Yo, que estaba invadida por la rabia, le solté también con un tonillo parecido: "bueno, porque igual estoy colocándome los zapatos", y me dijo, "pues igual no me contestas así" y ya para rematar le espeté: "contestaré como quiera sobre todo si tú tampoco me hablas bien". Mi padre no me dijo nada más, pero mi hermana que vino donde yo estaba, me dijo que no volviera a contestarle así, que al fin y al cabo era mi padre. Yo me aguantaba las ganas de llorar, y me limitaba a decir que me daba exactamente igual, que si él a mí no me hablaba bien yo tampoco tenía por qué hacerlo. De nuevo ella y mi hermano me dijeron que era mi padre, y me gustara o no tenía que respetarlo. Yo, que soy cabezota, seguí en mis trece con que me importaba un comino que fuera mi padre o el vecino de en frente, si él no me respeta, yo a él tampoco.
Yo entiendo que quizás sea un poco vaga, pero cuando mi madre me pide ayuda yo siempre la ayudo, y lo veo lógico; si me pide que recoja la cocina, lo hago, me dará pereza, pero no rechisto, porque mi madre trabaja, y además hace lo de casa, y sobre todo ahora que estudio en Salamanca y yo no estoy, le toca a ella absolutamente todo. Así que si me lo pide ella, lo hago sin ninguna pega. Ahora bien, que mi padre, que está jubilado, que no tiene nada que hacer, que lo único que hace es ver la tele, que es un maniático insoportable, me pida que ayude a mi madre PORQUE NO HAGO NADA EN CASA... es que me pone de los nervios.
Y no sólo es con esto... me tiraría horas diciendo cosas que generan el conflicto. Se enfada por nada, es un maniático, es irracional... vamos, que hasta mi madre se desespera. Sólo os digo que ella no me dijo nada cuando lo del café del otro día; cuando volví a la cocina mi hermana le había contado lo que había ocurrido por lo bajo, para que no lo oyésemos, pero no entendí qué le contestó mi madre, sólo oi que mi hermana decía "sí, pero tampoco ella tiene que contestar así porque es su padre". ¡¡Así que hasta mi madre me defendía!!
Es tal el punto de egoísmo de mi padre, que se queja por todo... la comida siempre tiene pegas: está sosa, está fría, está dura... y no es que lo diga en un tono normal, no, es que si el plato que le han puesto delante no le hace mucha gracia pone hasta cara de asco (y a mí desde pequeñita me dijeron que aunque no me gustara una comida no dijera "qué asco", que era de mala educación). Mi madre hace un plato con todo el cariño, le pregunta qué tal está... y nunca he oido decir "mmmmh está buenísimo", la respuesta siempre es "sí, está bueno, pero..." ¡¡SIEMPRE HAY UN PERO!! Da igual, lo que sea: que es mucho, que la salsa está fría, que le falta un poco de cocción... a lo que mi madre dice "¿pero está bueno o no?" y él responde "sí sí".
En definitiva... todo este rollo era para ver qué opináis. Evidentemente falta mucha información y más detalles que me sería imposible contar porque no acabaría, esto es sólo una parte, pero quería ponerlo por escrito y que alguien lo leyera. Que me digáis si es normal esto o no, si debería cortarme al contestar...
Yo sinceramente creo que no. Que una cosa es respetar porque es mi padre, y otra dejarme pisar. Lo que más tristeza me da es que ahora soy incapaz de darle un abrazo espontáneamente, nuestra relación se ha enfriado. No soy cariñosa con él, cuando con mi madre soy hasta empalagosa, pero es que no me sale serlo... no sé. Quizás sea incapaz de demostrar cariño a alguien que sé que a los dos minutos me va a dar un grito. Sobre todo ahora, porque pensaba que al irme a estudiar a otra ciudad iba a echarme de menos, y cuando volviera algún fin de semana se relajaría y me mimaría un poco... pero ya llevo dos años estudiando fuera y todo sigue igual o a veces peor.
Así que lo dicho... opinad, no os cortéis. Necesito que alguien me diga algo. Nunca me encuentro con ganas de contarlo todo, porque entiendo que puede ser un coñazo y que la otra persona se puede sentir obligada a escucharme, pero al dejarlo escrito, creo que no obligo a nadie a leerlo, simplemente quien quiera hacerlo lo terminará de leer.
Muchas gracias.
P.D.: odio aburriros con mis cosas... :S

martes, 25 de diciembre de 2007

Feliz Navidad

Vengo de celebrar la Nochebuena en casa de mis tíos, como siempre, de cenar langostinos de primero y solomillo de segundo, como siempre... y aunque sea "lo de todos los años" a mí me gusta; soy enemiga de la rutina y la repetición, me encanta la innovación, pero en Navidad soy un poco conservadora y me encantan esas tradiciones.
Acabo de llegar a mi habitación, y mi cierta dependencia al ordenador ha hecho que no haya podido evitar abrir la tapa del portátil nada más entrar por la puerta. De paso he pensado que hoy, precisamente, no tengo nada más que hacer y que hace mucho que tengo esto abandonado.
Sin duda mi vida ha cambiado desde la última actualización. No me refiero a un giro de 180 grados, si no a que mi última entrada era triste por haber hecho daño a una persona que quiero y ahora las cosas han vuelto a su sitio y vuelvo a ser feliz como una perdiz.
Pasé varios días malos... y puesto que es un amigo y compañero de clase, era difícil evitar estar con él. Además, somos un grupo muy unido y siempre estamos todos juntos. Al principio no podía ni mirarle a la cara, yo rezaba para que cuando estuviéramos todos en la cafetería de la facultad no me tocara sentarme en frente de él, o que en una de nuestras tradicionales partidas de trivial no tuviera que ser de su mismo equipo. En definitiva, lo que no quería era estar sola con él, por miedo a su rechazo y sobre todo a su indiferencia, que era lo que más me podía doler.
Afortunadamente, todo se solucionó, pero por su propio pie. No hizo falta una reconciliación ni que me dijera nada, lo supe cuando mantuvimos otra vez una conversación normal, como las de siempre. Me sentía aliviada cuando hablaba con él. Me sentía agusto. Y eso me indicó que todo volvía a su sitio, que él me había perdonado, pero ante todo, que se sentía bien.
Lo peor del problema era que no vino solo. Había ocurrido un asunto familiar que me dejó muy tocada, y lo que hizo esto fue rematarme por completo. Aquel día desde luego lo he borrado de mi agenda y no lo quiero recordar.
Así que no penséis que sigo en ese estado, ni mucho menos. Vuelvo a ser la de antes. E intentaré seguir con esto, para que lo comprobéis.
Por ahora me limito a desearos una feliz navidad, os guste o no esta época. Disfrutadla con los que queréis y ojalá el viejo barbudo os traiga muchos regalos (en mi casa no hay tradición de Papá Noel... así que me toca esperar a Reyes).

martes, 20 de noviembre de 2007

Lo peor de mí

He conseguido sorprenderme a mí misma de una manera que no me lo esperaba. Lo malo de todo esto es que no ha sido una grata sorpresa. ¿Cómo me voy a sentir si he conseguido hacer daño a un amigo de la peor forma que podría haberlo hecho?
Sé que he hecho daño, lo entiendo perfectamente y si yo estuviera en su lugar estaría igual. No sé cómo conseguir esa confianza que por ahora he perdido... he cometido un error, un error que jamás había cometido y que nunca pensé que cometería.
Me siento fatal, lo único que puedo hacer es llorar, lamentarme y pedir perdón; la impotencia es insoportable. Mi indecisión y mi confusión han tomado el peor camino que podían haber tomado, y no pude evitarlo.
Ahora sencillamente me lamento y espero que vuelva a confiar en mí... que no pido que me entienda, que no pido que me perdone de hoy a mañana, sólo quiero que vea que sigo siendo la de antes, que vea que no he cambiado, que no ha estado engañado ni equivocado.
A veces desearía hacerme ermitaña, que no me importe la gente, que no haya con quien relacionarme y por tanto nadie a quien hacer daño.
El tiempo dirá...

sábado, 3 de noviembre de 2007

¡¡Quítame esas mangas!!


Tengo un pequeño dilema... ¿Chaleco sí o no?
Me apetece uno... pero no sé a estas alturas si comprármelo o no. Cómo ponérmelo o con qué. Quiero uno del estilo al de la foto, pero en negro (o como mucho en vaquero). Evidentemente no me va a quedar como a Kate... debido a que soy una mujer de andar por casa, tirando a redondita, pero es que me hace ilusión. ¡ACONSEJÁDME!
Queda mono con una sencilla camisa blanca, pero también con blusones... bueno, eso es lo que necesito, que me aconsejéis, pero teniendo en cuenta lo que ya he dicho, que soy de las de tallacuarenta.
Por lo demás... mañana comienza el retorno a Salamanca. Se prevée una temporadita larga allí, repleta de lo mismo que llevo haciendo hasta ahora... fiesta, compras y pocas clases; eso sí, mi propósito no es otro que menos compras y más asistencia a las aulas ( lo de la fiesta lo dejaremos igual ).
Vuelvo a los buenos amigos, las rondas de cañas, la Plaza Mayor y los toquecitos al corazón... Sí, otra vez mi corazón se revoluciona. Parezco una adolescente en plena edad del pavo, pero qué le voy a hacer si mis hormonas están alteradas.

¿No es perfecta la vida universitaria?

miércoles, 31 de octubre de 2007

Desde mi tierra


Me encanta llegar a mi tierra, Santander. Después de tantos días alejada del mar, es reconfortante entrar a la ciudad con el autobús por la calle Castilla y ver los barcos pesqueros amarrados, con la lonja al lado y la luna brillando sobre la superficie marina.
Realmente suena a poesía, pero no podéis imaginar la alegría que me inunda cuando huelo el olor a salitre y oigo el ligero sonido del mar moviéndose suavemente en la bahía (una de las más bellas del mundo, según reza un cartel a la entrada de la ciudad, y que no sé si del mundo, pero para mí la más bonita de las que he visto).
No quiero decir que esté a disgusto donde estoy estudiando, todo lo contrario; me siento más que a gusto en esta hermosa ciudad, Salamanca, tan acogedora y con tan buen ambiente. No suelo volver a casa muy a menudo, porque aquí me siento bien, pero una vez al mes o cada dos meses sí que me gusta volver y ver cómo están por aquí las cosas. Sobre todo, tengo dos grandes razones de peso para venir: mi sobrina y mi sobrino (y en diciembre se sumará otro sobrino más).
Yo creo que todos, por mucho que nos guste la independencia y muy aventureros que seamos, necesitamos en algún momento el ambiente familiar, lo conocido.
Yo necesito ver las calles de Santander. Sus preciosas tiendas. Ver el centro (tan desconocido, pero no menos bonito que otras zonas más conocidas como el Sardinero). Comer la comida de mi madre. Dormir en mi gran cama... Parece mentira que esté aquí, porque estoy más nostálgica que nunca.
En fin... os invito a que vengáis a Santander, a que conozcáis Cantabria entera y que disfrutéis tanto como yo de mi hermosa tierra.
Aunque no esté de acuerdo con muchas cosas que dice (y hace) nuestro presidente (Miguel Ángel Revilla) hoy voy a terminar con una frase suya. Y es que...
CANTABRIA ME PONE

miércoles, 24 de octubre de 2007

En negro


Negro es el color de este blog. No penséis que soy gótica, que estoy deprimida o que no sabía qué color poner, porque para nada es por ninguna de esas tres cosas.
El negro es un color único, que va con todo y a todos nos sienta bien. El negro es elegante a la vez que sencillo, pero no vulgar. Es práctico, nos puede sacar de un apuro. Es capaz de tapar lo que no queremos mostrar. Disimula nuestro exceso de curvas y a la vez puede ser muy sensual.
No sería tan malo ver mi futuro en negro. En el negro de las limousinas que me fueran a buscar a casa. El negro de los trajes de los hombres que me rodearan. El negro de los vestidos de Óscar de la Renta, como el de la foto, que llevaría.
De negro tintaría los cristales de tu casa, para no verte si no quiero. Y negros también son los cristales de mis gafas (de sol), para que no me veas mirarte. Te pintaría la cara de negro para no reconocerte al pasar. Y negra sería la ropa interior que llevara el día que nos reencontráramos. Negro es tu recuerdo, emborronado por el paso del tiempo. Y negros son ahora los girasoles que entonces eran amarillos.
Espero que el negro siga estando en mi vida, no como un signo de tristeza, si no como un signo de esperanza, porque sé que nunca me va a abandonar.

martes, 23 de octubre de 2007

Imagine

Me levanté esta mañana pensando en si Madrid sería suficientemente grande para ti. Ya sabes, por tu ansia de conocer gente y esas cosas; sobre todo de interactuar con las personas. No me quiero poner sarcástica, pero no sería difícil hacerlo contigo, al fin y al cabo estaría utilizando tus mismas armas.
Por si no lo sabías ya, sí que me importa lo que haces o lo que dejas de hacer. Si llueve pienso en si estarás en casa sentado en el sofá viendo una buena película, y si hace sol te imagino paseando por el Retiro; el problema de todo esto no es mi cabeza pensando en tí, si no la acompañante que creo que siempre está presente.
Aunque desearía ser yo, no creas que no me planteo lo irritante que podría llegar a ser convivir contigo a diario; soportar tu manía de acaparar la cama entera y acorralarme a mi contra la pared, aguantarte siempre en ese horrible chándal por casa, siempre enganchado a tu ordenador como buen infórmatico que eres... cosas que me sacarían de quicio, no lo dudes. Después de pensar en todo esto, también me vienen a la cabeza esos otros momentos, los maravillosos; que me insistas para que siga durmiendo contigo y no me levante todavía, ver lo guapo que estás en cuanto te quitas el maldito chándal, cuando me enseñas con cariño a hacer más cosas con el ordenador... sí, tonterías, pero que me gusta disfrutar a tu lado.
Como la moda sabes que me encanta, te llevaría de compras conmigo para que me aconsejes. Te conozco, y si tienes el día "tonto" acabaremos en La Perla, probándome ropa interior y tú disfrutando con ello. Si tienes el día romántico, me llevarás a Hermès y me regalarás mi ansiado Birkin rojo. Y si estás enfadado... me llevarás a Loboutin a que me compre los tacones más imposibles y más altos que encuentre, para tenerme controlada sabiendo que muy lejos no podré ir.
Yo iré de mientras a la tienda de mascotas más cercana, a comprar un collar de castigo y una correa bien corta, para que no escapes de mi lado nunca. Te compraré un bozal, para los días en que hables demasiado. Y un almohadón-camita, para que cuando la que acapare la cama sea yo puedas irte a dormir a algún lado.

lunes, 22 de octubre de 2007

Life in plastic is fantastic!



A esto de piel y de color rojo que veis en la foto lo calificaría como "la perfección hecha bolso". El Birkin de Hermès. Es uno de mis sueños (inalcanzables, por supuesto) junto a otras muchas cosas.
Hay muchos bolsos que me gustan, desde el mítico 2.55 de Chanel hasta el otro de la foto, el Speedy de Louis Vuitton, pero es que el Birkin me atrae de una manera especial... no se por qué.
Como por ahora mi condición de estudiante no me permite darme estos lujazos (y mi futura condición de trabajadora tampoco lo hará) me tendré que conformar con la versió en plástico de Blanco. Lo bueno es que su precio (24 euros creo) me dejará tenerlo en varios colores.
No sé por qué os escribo esto... pero bueno. El Birkin me inspira tanto que me hace escribir!
Lo malo de todo esto es que en la vida hay también Chanel auténtico y Chanel falso... A veces tenemos que conformarnos con las versiones plasticosas de ciertas cosas: en vez de un Mercedes, nos compramos un Fiat; en vez de estudiar la carrera que quieres y donde quieres, te conformas con empresariales en tu ciudad (y no es por despreciar a los que estudian empresariales); en vez de ir a ver a U2, te conformas con ver al grupo del vecino... y no sólo ocurre por falta de dinero, como en el caso del bolso. Puede ser por falta de ganas, de voluntad... pero bueno. Sirve para rellenar pequeños huecos de nuestra vida, hasta que alcancemos el verdadero Dior.
Después de esta paranoia me voy a dormir... que hoy estoy un poco "desvariadora" (no se nota verdad?). Buenas noches y que soñéis con Birkins....

miércoles, 3 de octubre de 2007

Life can be fantastic!


Ayer tuve mi momento de rabia, y hoy quiero compensaros.
Quiero dejar atrás los pensamientos negativos, los cabreos y las malas contestaciones. Quiero dejar los lloros, las lamentaciones y los momentos de bajón. Todo esto hace que me regodee en mi tristeza, cosa que nunca me ha ocurrido, pero que estos días no se por qué estoy empezando a coger como costumbre.

Pensando un poquito me he dado cuenta de que la vida es maravillosa, que hay muchas cosas buenas y que no me merece la pena amargarme por alguien que no merece que yo sufra por él. Lo que me ha ayudado en gran medida a llegar a esta conclusión es la gente, y no hablo sólo de mis mejores amigos o mi familia, si no de esas personas que aunque no lo sepan ellos y ni siquiera tú misma, te ayudan a diario. Personas que no profundizarán jamás en tu persona, que nunca considerarás casi ni amigos, pero que forman parte de tu día a día.

Es esa gente con la que te sientes bien, con quien tienes una conversación distendida de cualquier cosa, con quien vas andando para casa o simplemente se sientan al lado tuyo en clase. Compartes pequeños momentos de tu vida que te forman como persona, porque de cada una de esas personas te quedas algo para ti. Pero lo más maravilloso de todo, es que esto ocurre sin que tú te des cuenta.

Serrat dedicó una canción a "aquellas pequeñas cosas", pues yo hoy dedico este blog a aquellas pequeñas personas; pequeñas, no porque sean de poco espíritu o no sean brillantes, sino pequeñas porque para ti parece que pasan inadvertidas, como si fueran pequeñitas y no las vieras, aunque en la realidad realicen una labor que todos necesitamos. Esa labor es la de una palabra en un momento en que estás sola, una charla sobre cualquier cosa mientras vas a clase, un cigarrillo a la puerta de la facultad o unas risas por alguna tontería que os haya ocurrido.

Por esto, por haber abierto los ojos y porque la vida es maravillosa, os mando un beso enorme a todos.

martes, 2 de octubre de 2007

Para tontería, la mía

Hay días que te levantas y dices: "soy tonta". Y es que intentas encontrar una razón por la que sigues enamorada de ese gilipollas que simplemente te da disgustos. Ese imbécil al que no le importas un pimiento. Ese pichafloja (lo siento, pero ya sabéis que cuando estoy cabreada suelto muchas chorradas) que no fue capaz de decirte las cosas a la cara.

Y encima te sientes hecha una mierda cuando ves que se encuentra perfectamente, que es feliz con su noviecita, y que está enamoradísimo. ¿Qué ocurre entonces? que te cabreas más y te sientes más gilipollas (si cabe).

No sabes si estás entre la tristeza y el enfado. Entre la moral baja o el carácter insoportable. No sabes si estás aquí o estás allí.

Tu cabeza está aquí, mientras tu mente está odiando a la noviecita y rompiendo las piernas al cabrón de turno.

Sin más...

Quería desahogarme.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Tengo ganas de ir de compras

Vale, yo SIEMPRE tengo ganas de irme de compras, pero últimamente más.
Porque ¿hay algo peor que la ex-novia de tu novio? SÍ!! La novia de tu ex novio, o ex aventura (o ex proyecto de novio). Esa chica que te encuentras de sopetón con él. Que sabías que estaba ahí, pero que pensabas que ya no existía y que para mala suerte tuya, no se disuelve como el humo... no. Es de carne y hueso, así que es difícil hacerla desaparecer.
Lo único que podría consolarte es que fuera fea, poco simpática y sosa. Aún así, no es agradable esperar ver a tu amor para pasar con él un rato agradable y sin embargo encontrártele derrepente acompañado. Tú actúas como si nada, sigues siendo igual de simpática y divertida, de buen rollo, aunque por dentro tengas una rabia contenida que está a punto de salir a la superficie. Tú sigues riéndote con él, haciendo bromas, hablando con la gente, mientras ella permanece sentada, con su cara de panoli, sin decir nada.
En el fondo te sientes bien, sabes que tú eres más simpática, que tienes mejor rollo con él y con los amigos, del que ella parece tener. Piensas para ti que eres más guapa, y que alguien como él, tan hablador y divertido, no puede durar mucho con semejante muermazo. Pero por otro lado tienes un comezón, porque en el fondo algo habrá encontrado en ella, aunque tú no sepas el qué y sólo encuentres defectos.
Lo único que te queda es esperar que lo que obtenga de ella es sexo fácil, porque eso al fin y al cabo no dura eternamente si no va acompañado de amor. Tienes la esperanza de que se de cuenta de que tú eres lo que busca, y de que estáis hechos el uno para el otro y patatin patatan... ya sabeis, el típico final de comedia romántica americana que todos deseamos.

Bueno, estos días intentaré matar mis penas con Zara, H&M y demás amigos. El viernes quizás sea con Cacique o Arehucas.

martes, 11 de septiembre de 2007

Mi querida Salamanca


Bueno, pues ya estoy aquí, en la ciudad de los edificios de piedra amarilla. Esos edificios que se levantan majestuosos y al verlos te hacen soltar un "uoooh". Si no hubiera una ciudad como esta tendrían que inventarla, o eso creemos todos los que estudiamos aquí.
Además, ¿Quién dijo que Salamanca en Septiembre está muerta? ¡¡Tiene un ambientazo!! Está en fiestas, y por toda la ciudad se reparten casetas que dicen "pincho de feria, caña, agua, vino o mosto 1,5€". Eso es algo irresistible para todos... incluso para los que deberíamos estar encerrados estudiando. Yo por ejemplo no pude evitarlo, y eso que tengo hoy el examen de derecho. Después de haberme ido de compras (es que echaba de menos H&M, que en Santander no lo tengo...) me llamaron para ir de casetas, ¿cómo iba a decir que no?. Allí que me planté y hasta las 23:00 que estuvimos por ahí, de caseta en caseta.
El encanto de la ciudad no sé exactamente en qué reside... será su ambiente joven de estudiantes, su belleza... no sé, pero enamora.

Si tenéis oportunidad acercáos ahora, y tomaos unos pinchos de feria a mi salud. De mientras, seguid enviándome suerte para mi examen de hoy...

domingo, 2 de septiembre de 2007

Sé lo que hicisteis...


Bueno, aquí estoy otra vez, pero ahora por algo agradable.
Y es mi descubrimiento de "sé lo que hicisteis".
Bueno, voy a aclarar esto... no es que acabe de descubrir que existe; eso ya lo sabía, y sabía quién lo presentaba y todo, pero nunca me había puesto a verlo.
Ahora estoy en racha, y me trago al día unos cuantos vídeos, que además hay un alma caritativa en YouTube que cuelga TODOS los vídeos, o casi todos. Qué tío, no sabe el favor que me hace.
En realidad a mí lo que me gusta es la sección de Ángel Martín. Es la mejor de todo el programa, y no sólo porque mete buena caña a toda esta gente del corazón que tanto me gustan a mí, si no porque creo que son bastante naturales. Vamos, que se nota que Patricia se lo pasa pipa porque no para de reírse, y la verdad es que no es para menos. Se les nota que tienen complicidad y que disfrutan. Es algo que transmiten a los espectadores y consiguen dar un aspecto bastante natural y ser cercanos a nosotros.
Patricia Conde siempre me cayó bien. Hace ese papel de rubia tonta que borda, pero no quiero decir que lo sea, porque ni mucho menos. Es divertida e inteligente, lo que la hace muy rápida al contestar (cuando no está fingiendo lo de ser tonta), y encima es muy guapa. Me encanta su estilo al vestir, porque va mucho con ella; es desenfadado, pero a la vez sabe que tiene un cuerpazo, y sabe sacarle partido. No va demasiado sexy, pero tampoco se pasa de ñoña. Por ejemplo el look de Pilar Rubio de "chica explosiva" no me pega demasiado con el estilo de programa que es, sino que parece más bien sacada de Crónicas Marcianas. A Patricia le gustan mucho los minivestidos babydoll que suele ceñir debajo del pecho con un cinturón, luciendo unas piernas de envidia y unos tacones bastante altos. Me encanta el vestido verde que lleva en la foto de arriba, sencillamente ideal.
Ángel Martín es simplemente lo mejor. Tiene ese estilo que parece que no le importa lo que digan de él, por lo tanto se ríe lo que quiere y cuando quiere. No sé, es que no puedo describirlo, simplemente hay que verle. A mí por lo menos me gusta mucho, y me río con él hasta que me duele todo, sobre todo cuando trae videos de Carmen Hornillos y Carmen Cristino (son mortales las dos...). Encima... tiene un puntito sexy, y no soy la única que lo piensa, porque una amiga mía me lo ha reconocido.
Bueno, sólo os voy a decir a los que como yo todavía no lo habéis visto (que me imagino que seréis pocos...), por favor no os lo perdáis.
Yo voy a seguir viendo videos!!

P.D.: lo siento porque no me gusta mucho como me ha quedado esto pero es que lo he escrito a toda prisa.

viernes, 31 de agosto de 2007

¡¡ CON MUCHA MARCHA !!


Bueno, precisamente marcha le sobra a la protagonista de hoy por lo que hemos podido comprobar...
Sé que ya pasó la noticia... pero aquí servidora, estudiante de comunicación es siempre la última en enterarse de todo.
Antes de nada, pedir perdón por la foto... espero no haberos asustado mucho.

Querida Leticia:
La próxima vez que se te suba la temperatura corporal, vete a un hotel cariño. O por lo menos a una playa desierta. O si no puede ser eso, disimula al menos!! que eres un poco exageradita eh?? Bastaba con que os moviérais un poquito para que tooooooda España se enterara de lo que estabáis haciendo. Lo de las caras y los gritos (que aunque el video no tiene sonido, estoy segura de que existían) sobraba. Vamos... empezando por que a mí me sobraba todo ¿no? Quiero decir, que me sobras tú, que desde pequeña se me atragantaba la comida cuando aparecías en la segunda de TVE, o donde fuera, que ni me acuerdo porque es una etapa de mi vida que prefiero olvidar.
Leti es que eres taaaaan exagerada en todo. Tú vives en una pose, desde la mañana a la noche, es decir, no descansas, estás todo el día trabajando! Bueno, está claro que no lo haces por amor al arte, pero chica, date unas vacaciones, vete a relajarte... pero al hotel, ya sabes.
Ahora entiendo lo que tienen los ingleses y los alemanes con el Levante. Van allí, a disfrutar del sol, y mira tú por donde, estás allí alegrándoles la vista. Así nunca se irán de aquí Leti. Esto debe ser lo único que no cobras, a menos que después de la "función" pases el cepillo a ver si te echan unas moneditas, que todo en esta vida puede ser.
Me encanta cuando te cabreas. Es gracioso como de nuevo se nota lo mala que eres actuando cuando "te enfadas" con el reportero de Dónde estás corazón que fue a tu casa y habló contigo por el telefonillo y sin embargo te faltó poco para darle la talla de tu sujetador. Mira, no intentes convencernos de lo contrario, toda España sabe que el espectáculo lo has dado para hacerte ver. Tenías ganas ya de un poquito de televisión, y bueno, qué mejor forma que esta ¿no? Porque presumes de no haber dado ningún escándalo, pero te recuerdo que últimamente las veces que has aparecido en televisión han sido para informar de tu vida privada, la cual nos importa un pepino al 85% de los mortales.
Ah, y esa pose de niña buenina que no ha roto un plato no me la trago fíjate tú por donde. Y no ya sólo por lo de la playa, no no, sino porque te voy a contar qué aparece cuando pongo "leticia sabater" en YouTube:
"Leticia Sabater da la cara"
"Escándalo de Leticia Sabater"
"escote Leticia Sabater"
"Leticia Sabater doggie style"
"Calambrazos en el culo para Leticia Sabater"
"Leticia Sabater gimnasia sexy"

Y más eh? no creas. Ah, y sólo los dos primeros se refieren a lo de la playa, lo demás son distinta perlas que nos has ido dejando a tus queridísimos niños.
En definitiva Leticia, que sabemos de sobra lo bien que te lo pasaste ese día en la playa, de verdad, sólo es ver el vídeo y nos convencemos de que lo pasaste como una enana, que no te faltó empeño para que nos enteráramos de que allí "había tomate"... Pero para tu desgracia (y la nuestra), te hemos visto el plumero (en casi todos los sentidos...) y en fin, que no nos cabe duda de que lo tuyo es tocar las narices, y que te encanta esto de salir en la "tele". Estaré esperando ansiosa la siguiente noticia que te haga inundar los rayos catódicos españoles.


Realmente pobre Leti, he descargado en ella toda mi furia, pero vamos, que ha coincidido porque hoy me he enterado de esto, pero podía haber ido para muuuuuuchos más, lo que pasa es que le ha tocado a ella. Esto extrapolarlo a cualquier personajillo casposo y es lo mismo. Además, hoy he tenido un día horrible, y estaba de muy mala leche, así que he descargado toda mi rabia.

Y bueno... la prensa rosa. En fin... ya tendrán su día. Que hoy más o menos les he defendido porque han hecho su trabajo y el que Leti quería que hicieran, pero desde luego que me producen bastante asquito. Ya les tocará su turno...

Y a vosotros lectores, perdonadme si os he aburrido, pero necesitaba desahogarme después de un día tan malo como el que he pasado hoy. Yavendrán tiempos mejores, y publicaré cosas bonitas con corderitos felices y parejas enamoradas, pero hoy no ha sido el día.

martes, 28 de agosto de 2007

Cuando las cosas se sacan de quicio


Bueno, aún estoy que no me lo creo.

No creo que sea la pionera en escribir sobre esto, y seguramente la mayoría lo habréis requeteleido en mil sitios, pero ahora que tengo un blog era inevitable que este tema apareciese por él.

Ayer llegué a pensar que lo de estar despierta hasta altas horas de la madrugada me afectaba seriamente. Estuve viendo fotologs y páginas en las que chicas anoréxicas y bulímicas se mostraban su apoyo unas a otras; se daban ánimos para continuar un ayuno que ya iba por las 65 horas, pesándose y mostrando su peso y estatura constantemente, sintiéndose asquerosas por comer dos galletas. Algunas se declaraban enfermas, aunque no siempre. Reclamaban el derecho a que la anorexia y la bulimia fuera un estilo de vida.

Mostraban, como si de trofeos se tratase, sus cortes en los brazos, provocados por un afán de autolesión y autodestrucción que jamás entenderé. No sabían si eran felices o no... "el fin justifica los medios" se repetían constantemente. Es decir, no importa vomitar, ayunar, atiborrarse a inhibidores de apetito y laxantes con tal de acabar teniendo un cuerpo "perfecto". Lo que pasa es que la palabra "perfecto" para ellas tiene una asociación un poco equivocada. Perfecto es un cuerpo huesudo, con ojeras, enfermo, sin fuerza, con uñas transparentes (como una chica decía que tenía las suyas cuando era "ana" y como deseaba volver a tenerlas). Un horror a mi parecer.
Se llamaban asquerosas gordas, obesas... cuando son chicas de 60 kilos, y 1,64 de altura. ¿Su meta? los 43 antiestéticos, antinaturales y antitodo kilos (en relación con esa estatura, por supuesto).

Yo no voy a decir aquí que debemos aceptarnos tal y como somos, tampoco que debemos estar contentas porque las rellenitas también son sexys. Todo esto lo hemos escuchado miles de veces, y por supuesto que es cierto, pero yo soy la primera que lo digo y que me encantaría poder quitarme unos kilos (y por eso estoy haciendo régimen). Pero por dios, no saquemos las cosas de quicio.

Lo comentaba ayer con una amiga (que para nada está gorda, sino que casi podríamos considerarla un poco delgada), y no paraba de repetirme "¿pero esto es de verdad?¿no será que se lo inventan?". Es que no se lo creía.

¿Cómo vas a lucir unos vaqueros de Diesel si los tienes que agarrar con pinzas a los huesos de la pelvis?
¿Cómo vas a ponerte un minivestido de Chloé sin escurrirte por la abertura del cuello?
¿Cómo vas a calzar unos Jimmy Choo si nisiquiera pueden tus piernas levantarlos del suelo?

No sé si el mundo está loco, lo estoy yo...

Ahora que estaba de moda Jennifer López, Scarlett Johansson... mujeres sexys a rabiar, con cuerpos perfectos, que usarán una talla 38; una talla normal, una talla de un cuerpo perfecto. Ahora que por fin miramos a Nicole Richie con cierto repelús, que aceptamos que la delgadez de Kate Moss es un poco exagerada (aunque no deje de ser un verdadero icono de moda), que preferimos a la exhuberante Lindsay de antes... ahora se ponen de moda estas tonterías de Ana y Mía, de poner nombre a la enfermedad, de tratarla como una amiga, de querer estar enferma y morirse de hambre.

Bueno, no sé, opinen ustedes, pero a mí esto me produce cierta sensación extraña, no sé si de asco, de pena o de cabreo.

lunes, 27 de agosto de 2007

Inauguración


Una inauguración siempre es un acto glamouroso. Es difícil hacer que la inauguración de un blog sea glamourosa, ya que no puedo saber si los asistentes tenéis vestidos de Marc Jacobs o del mercadillo de la plaza. Yo puedo deciros que estoy en chándal, así que realmente no hay mucho nivel por aquí... En realidad, glamour me parece una palabra hortera, demasiado usada y que se aplica a demasiadas cosas. Se dice que es glamouroso un desfile de moda de Milán, pero en cuanto veo que anda moviendo por ahí su naranja piel, su antinatural melena y sus imposibles uñas Donnatela Versace, se me cae el alma a los pies (y la palabra glamour me empieza a producir arcadas). Es que es oir la palabra glamour y se me ponen los pelos de punta, porque lo primero que imagino son unos labios bien inflados de silicona, mucho brillante y trajes largos (¿por qué vuelvo a pensar en Donatella?), lo que no me parece siempre un sinónimo de elegancia o de estilo. En definitiva, seáis Donatella, Galliano, la vicepresidenta de la Vega o John Travolta, os doy la bienvenida a mi blog. Glamouroso o no, no lo sé, pero desde luego escrito con la mejor intención y esperando que os guste. Ah, por cierto. Creo que no estaría de más dar algunos datos sobre mí. No os voy a revelar mi identidad... porque no me apetece, y en tal caso, los únicos que la conocerán serán quienes yo quiera. Sólo digo que tengo 19 años, que estudio en otra ciudad que no es la mía (pero que quiero casi como si lo fuera) y concretamente estudio Publicidad. Y os diré también que mi ciudad natal está en el norte (para mi gusto, de las zonas más bonitas de España).