martes, 20 de noviembre de 2007

Lo peor de mí

He conseguido sorprenderme a mí misma de una manera que no me lo esperaba. Lo malo de todo esto es que no ha sido una grata sorpresa. ¿Cómo me voy a sentir si he conseguido hacer daño a un amigo de la peor forma que podría haberlo hecho?
Sé que he hecho daño, lo entiendo perfectamente y si yo estuviera en su lugar estaría igual. No sé cómo conseguir esa confianza que por ahora he perdido... he cometido un error, un error que jamás había cometido y que nunca pensé que cometería.
Me siento fatal, lo único que puedo hacer es llorar, lamentarme y pedir perdón; la impotencia es insoportable. Mi indecisión y mi confusión han tomado el peor camino que podían haber tomado, y no pude evitarlo.
Ahora sencillamente me lamento y espero que vuelva a confiar en mí... que no pido que me entienda, que no pido que me perdone de hoy a mañana, sólo quiero que vea que sigo siendo la de antes, que vea que no he cambiado, que no ha estado engañado ni equivocado.
A veces desearía hacerme ermitaña, que no me importe la gente, que no haya con quien relacionarme y por tanto nadie a quien hacer daño.
El tiempo dirá...

sábado, 3 de noviembre de 2007

¡¡Quítame esas mangas!!


Tengo un pequeño dilema... ¿Chaleco sí o no?
Me apetece uno... pero no sé a estas alturas si comprármelo o no. Cómo ponérmelo o con qué. Quiero uno del estilo al de la foto, pero en negro (o como mucho en vaquero). Evidentemente no me va a quedar como a Kate... debido a que soy una mujer de andar por casa, tirando a redondita, pero es que me hace ilusión. ¡ACONSEJÁDME!
Queda mono con una sencilla camisa blanca, pero también con blusones... bueno, eso es lo que necesito, que me aconsejéis, pero teniendo en cuenta lo que ya he dicho, que soy de las de tallacuarenta.
Por lo demás... mañana comienza el retorno a Salamanca. Se prevée una temporadita larga allí, repleta de lo mismo que llevo haciendo hasta ahora... fiesta, compras y pocas clases; eso sí, mi propósito no es otro que menos compras y más asistencia a las aulas ( lo de la fiesta lo dejaremos igual ).
Vuelvo a los buenos amigos, las rondas de cañas, la Plaza Mayor y los toquecitos al corazón... Sí, otra vez mi corazón se revoluciona. Parezco una adolescente en plena edad del pavo, pero qué le voy a hacer si mis hormonas están alteradas.

¿No es perfecta la vida universitaria?