martes, 28 de agosto de 2007

Cuando las cosas se sacan de quicio


Bueno, aún estoy que no me lo creo.

No creo que sea la pionera en escribir sobre esto, y seguramente la mayoría lo habréis requeteleido en mil sitios, pero ahora que tengo un blog era inevitable que este tema apareciese por él.

Ayer llegué a pensar que lo de estar despierta hasta altas horas de la madrugada me afectaba seriamente. Estuve viendo fotologs y páginas en las que chicas anoréxicas y bulímicas se mostraban su apoyo unas a otras; se daban ánimos para continuar un ayuno que ya iba por las 65 horas, pesándose y mostrando su peso y estatura constantemente, sintiéndose asquerosas por comer dos galletas. Algunas se declaraban enfermas, aunque no siempre. Reclamaban el derecho a que la anorexia y la bulimia fuera un estilo de vida.

Mostraban, como si de trofeos se tratase, sus cortes en los brazos, provocados por un afán de autolesión y autodestrucción que jamás entenderé. No sabían si eran felices o no... "el fin justifica los medios" se repetían constantemente. Es decir, no importa vomitar, ayunar, atiborrarse a inhibidores de apetito y laxantes con tal de acabar teniendo un cuerpo "perfecto". Lo que pasa es que la palabra "perfecto" para ellas tiene una asociación un poco equivocada. Perfecto es un cuerpo huesudo, con ojeras, enfermo, sin fuerza, con uñas transparentes (como una chica decía que tenía las suyas cuando era "ana" y como deseaba volver a tenerlas). Un horror a mi parecer.
Se llamaban asquerosas gordas, obesas... cuando son chicas de 60 kilos, y 1,64 de altura. ¿Su meta? los 43 antiestéticos, antinaturales y antitodo kilos (en relación con esa estatura, por supuesto).

Yo no voy a decir aquí que debemos aceptarnos tal y como somos, tampoco que debemos estar contentas porque las rellenitas también son sexys. Todo esto lo hemos escuchado miles de veces, y por supuesto que es cierto, pero yo soy la primera que lo digo y que me encantaría poder quitarme unos kilos (y por eso estoy haciendo régimen). Pero por dios, no saquemos las cosas de quicio.

Lo comentaba ayer con una amiga (que para nada está gorda, sino que casi podríamos considerarla un poco delgada), y no paraba de repetirme "¿pero esto es de verdad?¿no será que se lo inventan?". Es que no se lo creía.

¿Cómo vas a lucir unos vaqueros de Diesel si los tienes que agarrar con pinzas a los huesos de la pelvis?
¿Cómo vas a ponerte un minivestido de Chloé sin escurrirte por la abertura del cuello?
¿Cómo vas a calzar unos Jimmy Choo si nisiquiera pueden tus piernas levantarlos del suelo?

No sé si el mundo está loco, lo estoy yo...

Ahora que estaba de moda Jennifer López, Scarlett Johansson... mujeres sexys a rabiar, con cuerpos perfectos, que usarán una talla 38; una talla normal, una talla de un cuerpo perfecto. Ahora que por fin miramos a Nicole Richie con cierto repelús, que aceptamos que la delgadez de Kate Moss es un poco exagerada (aunque no deje de ser un verdadero icono de moda), que preferimos a la exhuberante Lindsay de antes... ahora se ponen de moda estas tonterías de Ana y Mía, de poner nombre a la enfermedad, de tratarla como una amiga, de querer estar enferma y morirse de hambre.

Bueno, no sé, opinen ustedes, pero a mí esto me produce cierta sensación extraña, no sé si de asco, de pena o de cabreo.

3 comentarios:

Joule dijo...

100% de acuerdo contigo. Me cuesta opinar algo al respecto que no hayas dicho ya. Es un comentario muy cutre pero creo que soy el primero... yuhu!

Andy dijo...

sabes que? yo cuando aparecieron esos reportajes en la tele me metí en esas páginas y me quedé flipándolo. No podía imaginar que hubiera gente en ese plan. Y aun sigo...

Lo importante es estar sano, el resto viene solo.

;)

Julia Sanz dijo...

yo el rollo de perder peso solo lo veo lícito a base de sanote ejercicio y verdurassssssssssss... con lo q me gusta comer......................

flipo con q lo lleven a esos extremos.......las enfermedades mentales son muuy peligrosas

en fin chica

bienvenida, anyway

un besote